Este casi desconocido zoológico lo conocí el sábado pasado, mientras andaba de vago en Ecatepec. A primera vista parece uno más, pero cuenta con una atractiva particularidad que no he visto en ningún otro (obviamente, no es que yo vaya a muchos zoológicos; pero no recuerdo haber visto esto antes): un precioso aviario de considerables dimensiones en el que, salvo las aves de presa, todos los ejemplares estaban en libertad y al alcance de la mano.
Naturalmente, uno no puede estar manoseando a los ejemplares; el personal a cargo dio la indicación de no tocarlos, no recoger las plumas que se les puedan caer e incluso evitarlos cuando se nos cruzaran en el camino, pero la verdad es irresistible acercarse a tan bellos animales.

Está a unos diez minutos aproximadamente del Palacio Municipal de Ecatepec, en San Cristóbal. Dense la oportunidad de visitarlo este fin de semana, se encuentra a aproximadamente una hora y media de la Ciudad de México y la distancia podría parecer un poco larga, pero créanme cuando digo que vale la pena. Es una joyita perdida enmedio de la nada.
Más fotos, aquí.
Vayan allá, disfruten las fotos, y platíquenme qué les pareció. Por lo pronto, me despido recordándoles que podemos mantener contacto a través de Facebook, y en El Pensador Mexicano. ¡Tengan excelente fin de semana!
Saludos Vagabundos.
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