Burdel Poquianchi Parte 2 - DFMente

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martes, 24 de junio de 2014

Burdel Poquianchi Parte 2


“El Tepo”, hijo de Delfina se introdujo en el corazón del burdel, responsabilidades labores básicas de muerte, protector de los artículos de su madre, limpiando telarañas del burdel observadas por parroquianos, persiguiendo sombras violentas en lo profundo del local, pagando el soborno de una tranquilidad enmascarada, todo esto mientras las autoridades muerden sus lenguas.

El templo fue derrumbado por la presión social, la figura del cuerpo policiaco en defensa del porvenir moral se presentó en el local, el Tepo valiente tomó un fusil para defender la tormenta que nacía en sus pies, la valentía murió al primer instante mientras Delfina observaba sin lágrimas, con los ojos desérticos, con el alma vacía.

Delfina y Carmen se alejaron de la masacre, de las voces, de los corazones destrozados. Llegaron a Guanajuato con el poder económico ansiosas de más poder y encontrándose en el camino con su sangre, sin alejarse descubrieron a María de Jesús la tercera de las “Poquianchis”, que particularmente se dedicaba a ser intermediaria entre el sexo y los deseos cumplidos, jugando con la carne de sus princesas prisioneras. La caravana femenina de María de Jesús llegaba en forma de camión de redilas, como un servicio a domicilio donde los placeres se ocultaban en cuartos solitarios o en la siembra.


El trío que revolucionaria la historia del crimen en México estaba hermanado, el capital reunido y las ideas sangrientas claras. La ley en Guanajuato no castigaba el trato sucio de las personas utilizadas sexualmente, encontrando libertad, las hermanas tomaron camino al universo más negro-sangriento-aterrador, la apertura fue inminente y así nace “La Barca de Oro” con una producción sexual y una moral cegada. Este local con antecedentes alcohólicos memorizando batallas y venganzas, pertenecía a un amanerado dueño al que todos nombraban “El Poquianchis” este sobrenombre paso a las nuevas dueñas mismo que despreciaban pero el tiempo, la historia, los litros de sangre y los recuerdos frustrados no podrían guardar.

Nuevamente las hermanas contaban las ganancias, infinitas, no cabían en sus seis manos, “La Barca de Oro” se llenaba de soldados, campesinos y policías. La delincuencia presente con sus dos caras mientras detrás de las cortinas el baile con la esperanza es como el aire, como las hojas secas, sólo se ve el paso de la libertad que va cayendo con los días futuros.


Percastre

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