A veces (o casi siempre) es imposible no andar a las prisas en esta caótica pero divertida ciudad. Resulta imposible no estresarse entre horarios apretados, multitudes de gente por todos lados, transporte público saturado e ineficiente, y el nuevo factor agregado: las benditas lluvias que ralentizan todo aún más, como si no fuera suficiente.
Cuesta trabajo hacer una pausa, detenerse por un momento y poner atención al entorno; andamos siempre con la vista al frente, o bien puesta en el celular o en el reloj (¿habrá alguien que encuentre sentido a usar reloj en estos tiempos en que los vemos por todos lados, empezando por nuestros gadgets?). Nos centramos más en esquivar personas y romper nuestro récord personal en cuanto al tiempo que empleamos en llegar a tal o cual lado, que en observar y disfrutar el entorno. Sin embargo, cuando esto sucede, uno se puede encontrar cosas tan atractivas e interesantes que de ordinario no percibirÃa.
El otro dÃa me dirigÃa al Palacio de Bellas Artes para reunirme ahà con un amigo; irÃamos a ver qué habÃa de nuevo en dicho recinto cultural, a caminar por las calles del centro, y después por unas buenas cervezas a cualquier cantina del centro que nos abriera sus puertas y nos recibiera con precios amigables para un par de tipos que se encontraban a media quincena. Como llegué con un poco de tiempo de sobra (cosa rara en mi, que siempre ando con el cronómetro ajustado) decidà quedarme un rato dentro de la estación del metro homónima a ver algo que habÃa llamado mi atención apenas salà de las escaleras que van del andén hacia el transborde: un atractivo mural que, supe después, en realidad son tres: una Reproducción mural de Bonampak, de la autorÃa de Rina Lazo; Visión de un artista francés sobre México, obra de Jean Paul Chambas; y Visión de un artista mexicano sobre Francia, realizado por Rodolfo Morales.
Estos se extienden sobre el pasillo que conecta las lÃneas 2 y 8, ofreciendo un poco usual paisaje a sus transeúntes en la forma de un collage que reúne elementos tan poco conjugables en primera instancia como Pancho Villa y Emiliano Zapata, el mismo Palacio de Bellas Artes, charros, calaveras, caballos y mujeres desnudas. ¿Por qué no se dan una vuelta por allá, si andan en las cercanÃas? Tómense un respiro, ábranse un espacio entre ese correr de manecillas de reloj, ignoren por un rato el tic tac y enfóquense en disfrutar no solo este pequeño espacio, sino todo lo que se les ponga en el camino. Mañana sábado es un buen dÃa para empezar, y dar un vistazo a estas fotos podrÃa despertarles el antojo:
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Saludos Vagabundos
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