Cómo entrenar a tu dragón 2

La idea de DFMente y DFilmes es que nuestros lectores tengan muchas y variadas opciones para conocer y disfrutar de lo que nuestro lindo defectuoso puede ofrecer, les invitamos a que acudan a los cines a pasar un rato divertido. 

Pues bien, el día de hoy les presentamos una película que, si bien, no es como la entrega anterior (Los olvidados) que hace reflexionar –y seguramente llorar– a propios y extraños, también los conducirá por distintas emociones, aunque de formas y niveles distintos a los de aquélla.

Por eso, les presentamos el filme de la semana, que más que hacer pensar (muchas veces innecesario cuando se habla de cine) es para pasar un buen rato y disfrutar de la compañía familiar para ver Cómo entrenar a tu dragón 2.

Para quienes ya vieron la primera parte y les gustó, la segunda no demerita, es más, la película es mejor. Tiene más acción, una trama más entretenida y mejores efectos visuales. Para quienes la vieron y no les gustó, la segunda parte podría cambiar su opinión. Por último, para quienes no la han visto, deberían darse la oportunidad de hacerlo.

La película, en sí, no es nada del otro mundo, nos narra la historia de Hipo cinco años después del final de la primera –después de haber perdido su pierna– y su relación con chimuelo, su dragón, que es cada vez más estrecha. En el desarrollo de la trama, se van descubriendo algunos secretos del pasado de nuestro personaje principal y de todos los miembros de la aldea Berk, los peligros que ésta enfrenta y, sobre todo, se verán muchos, pero muchos dragones, lo que permite un efecto visual interesante y llamativo para todos los que asistan a verla.

Aunque es una película de dibujos animados y la historia nos habla de lealtad, compromiso y, particularmente, amistad, lo cual puede dejar un mensaje muy importante para los niños que vayan a verla, la misma aún nos deja con una que otra duda de primera importancia y que la gente que piense en ir a verla debe tener presente: ¿de verdad es una historia adecuada para los niños?. 

Si Cómo entrenar a tu dragón 1, ya era, relativamente triste al final, cuando Hipo pierde la pierna al concluir la batalla, ésta no se queda atrás, algo que puede ser un tanto traumático para niños –y adultos– muy sensibles. No obstante, sigue siendo una buena recomendación para ir al cine de su preferencia, ya sea en 3D, 4D o, para los que no tienen mucho capital, el cine normal y disfrutar de estas tardes lluviosas de junio.

Luis Mendoza

DFilmes