El entorno social en la ciudad para la búsqueda de empleo - DFMente

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lunes, 14 de julio de 2014

El entorno social en la ciudad para la búsqueda de empleo

Para estrenar esta nueva sección, DFicit Capitalino, abordaré la problemática social de la búsqueda de empleo en esta demarcación. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a las barreras hegemónicas  impuestas por el sistema productivo y laboral que se vive hoy en día en el Distrito Federal?; por común y general que parezca esta situación, los alcances de las implicaciones en la búsqueda de un empleo van más allá de un desarrollo personal y económico, dicho de otra manera, estas implicaciones afectan de manera directa en la estabilidad emocional de las personas que buscan un trabajo sin conseguir los resultados deseados.

Es bien sabido que en esta ciudad el desempleo está a la orden del día, las razones del porqué sucede esto  es  que la economía en México está inmóvil, aunado  a esto la gente que cuenta con preparación o sin ella  se ven en las mismas circunstancias.

Los empleos generados por empresas privadas y de gobierno son escasos, prácticamente nulos, siendo  así la situación, buscan al mejor candidato para el puesto requerido según sea el caso e interés de la institución o empresa. Exigen la mejor de las experiencias, tener disponibilidad de horario, todo el día, por un salario que a penas y ayuda para saldar cuentas, sobrevivir y alguna que otra vez darnos algún  gusto.

En este sentido, el cómo influye el entorno social de la ciudad para la búsqueda de empleo en el individuo, va directamente ligado a las condicionantes sociales, esto quiere decir que hay varias imposiciones arbitrarias en el sentido de las necesidades de las personas, por ejemplo; condicionantes de género, preferencia sexual, madres solteras, falta de experiencia, rango de edad, nivel académico, horario, y hasta la distancia de traslado a la empresa en la que pretendes laborar.

Esto se traduce en  sentimientos y actitudes que influyen en varios factores de nuestra vida, desde algo tan sencillo que son los gastos que genera la búsqueda de trabajo,  como transporte, impresiones, solicitudes, copias, etc., el  tiempo invertido,  esfuerzo. Al ver que al paso de algunas semanas,  incluso meses y  no sucede nada, es cuando caemos en estados depresivos y frustración.

Regularmente eso pasa no porque seamos un mal candidato, simple y sencillamente porque no nos ajustamos al perfil por situaciones como edad, inexperiencia, no saber un segundo idioma, no tener la habilidad específica que ellos requieren o incluso estar sobre calificado para el puesto solicitado.

Todo lo anterior genera baja autoestima por que la mayoría de las veces nos vendemos la idea de no tener  la capacidad para ocupar un puesto en cierta institución o empresa  cuando todos los demás pertenecen al mundo laboral y nosotros solo recibimos un “nosotros le llamamos” y esa llamada nunca llega.

Surge una fuerte desmotivación  porque pareciera que al reclutador no le importan ni  tu experiencia, ni tus estudios, ni tu disponibilidad por aprender o por recibir un sueldo acorde a tus capacidades,  nada prácticamente; y lo único que hacen es que el individuo se sienta degradado, incluso avergonzado porque ante la sociedad queda como incapaz de obtener un buen empleo, entendiéndolo en un criterio extremo.
  
Finalmente llegamos a un estado de hartazgo y enojo, incluso hay gente que hasta llega al llanto por tal situación, es fastidioso que la gente se acerque y diga “ya pronto saldrá algo, no te desesperes…” como si fuera cuestión de días y no en realidad pasan meses, meses en los que no nos sentimos parte de la sociedad y nos vemos limitados en muchos aspectos de desarrollo tanto sociales como personales y por supuesto profesionales.

Las posibles opciones externas que se pueden poner en práctica  para enfrentar las  condicionantes sociales en la búsqueda de empleo, serian principalmente asesorarnos para poder elaborar un currículo adecuado a lo que estamos solicitando  y actualizarlo constantemente con nuestros datos en dado caso de algún cambio. Apegarnos a nuestras redes de apoyo, como familiares, amigos, conocidos y  anteriores jefes con la finalidad de hacer saber que estamos solicitando empleo.

Como posibilidades internas, debemos reconocer si somos  aptos para el puesto solicitado y honesto con la información que manejamos en nuestro CV. Informarnos sobre el lenguaje corporal que manejamos en la entrevista porque puede ser que estemos dando falsas señales y tal vez el problema pueda ser  que estamos proyectando inseguridad, nerviosismo o falta de interés.

Apoyarnos de todas las  herramientas  como es el periódico, registrarnos en todas las bolsas de trabajo de internet  conocidas, integrarnos a los grupos existentes de agencias de recursos humanos, así como  asistir a las oficinas de estas, ir  a las ferias de empleo. Incluso contactar directamente al departamento de recursos humanos de la empresa que nos motive a trabajar y dejar una solicitud para una futura vacante.

Por último y más importante, es ser conscientes que la búsqueda de empleo es un trabajo muy difícil por lo cual debemos ser tolerantes, pacientes, positivos y saber que no somos incapaces ni malos candidatos, el desempleo es una problemática capitalina general.

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