Estereotipos de género

Hoy en día se habla de los cuerpos ideales para las prendas que las empresas nos ofrecen los hábitos y las buenas costumbres que tiene que asumir un sujeto de acuerdo a lo que la sociedad establece que debe tener, dice que es ser un hombre y que es ser una mujer, lo correcto y lo incorrecto, desde la psicología uno realiza esas construcciones las cuales son conceptos históricos que se dan de generación en generación.

Una mujer por lo general es cauta, frágil y protectora de su familia, en algunos casos tener hijos un hombre es seguro de sí, proveedor y visionario entre otras características, antes era de suma importancia cubrir al pie de la letra estos estereotipos. Al parecer en la actualidad aún queda ese fantasma, ya no predomina debido a la diversidad que existe pero que es criticable que debe estar presente.

¿Qué es lo más “sano” para cada persona? Veamos cuando una chica va a un probador a comprar un vestido y su complexión no es delgada voltea al espejo y ve que al maniquí se le ve estupendo y a ella no, ¿no genera esto un problema? Claro la frustración de no poder comprarlo ya que se presentan estos conceptos los cuales indican que algún día el vestido le quedara como el maniquí.

Cuando se tiene ciertos hábitos los cuales tienden ser como las de un hombre, un ejemplo muy claro seria el querer estudiar al extranjero u obtener un buen trabajo, no es del todo bien aceptado, ya que inclusive en las empresas predomina esa diferenciación en los pagos, en los días de descanso y en las actividades que se realiza en el puesto o viceversa un hombre que quiere realizar actividades en el hogar , las personas que lo rodean hacen comentarios como: “tú eres un mandilón”, “porque te dejas que te estén ordenando en tú casa” , etc. Vaya diversas áreas que cada sujeto adquiere.

Esto no es un tema que tiene poco nuestros abuelos, padres y familiares llevan consigo ese traje impuesto el cual cubrir para ser nombrado ya sea como “hombre” y “mujer”.

Es contradictorio, la psicología en sus técnicas bien intencionadas ayuda a que la persona pueda ser funcional, pero ¿Qué pasa cuando una mujer o un hombre se siente más cómodo realizando actividades que no son relacionadas a su género?, Surgen problemas como en el área personal, familiar y amistades y es cuando recurre a una terapia alternativa y se encuentra que tiene que hacer lo que el psicólogo le dice, fungir el rol que le corresponde. 

¿Qué no sería mejor aceptar como sociedad dentro esa diversidad que existen personas las cuales se sienten más cómodas realizando actividades aparentemente que no le corresponde de acuerdo a su género?. Como sociedad nos compete aportar para que no afecte la vida de una persona de varias o inclusive nuestra propia elección de adoptar roles los cuales puede ayudar a aportar algo en la vida propia y la de los demás.