Macario AlcalƔ desconocido y reprimido ademƔs de poco
talentoso, desarrolla la inmundicia del asesinato en la dĆ©cada de los 60´s
pertenece a la obscura y pobre sociedad que lo aplastĆ³ entre sus manos llenas
de complejos. El fracaso se vive constante en la vida de Macario, mientras
dibuja en el aire el triunfo, una tormenta se lo arrebata agresivamente de sus
ojos. En la bĆŗsqueda de la fama se envuelve entre guantes de box, costales y
sangre, en una esquina del ring se detiene y pervierte su eterna inferioridad,
Macario es un pendejo un ser que vino al mundo a estorbar y a robarse el
aire.
Tratando de ser el faro en la obscuridad encuentra en el
nombre de Fernando RamĆrez Luna el personaje fuerte
de su historia, un policĆa especialmente cruel con los delincuentes. DurarĆa poco tiempo, el abuso en su fuerza lo condenarĆa
al camino sangriento.
La noche del 19 caĆa pesada sobre
las pestaƱas lacias de Macario. Mientras se sujetaba al mundo, su alma se
deslizaba entre las mesas del Cabaret Imperio. La silueta de Julia se acercaba
a un alma herida, a un cuerpo que no se reconocĆa, el choque fue inminente, el convencimiento
fue soberbio y asĆ llegaron los cuerpos a la habitaciĆ³n 216 del Drigales,
fundidos en calor, romance y sexo pagado, un instante los arrebato al momento de
saldar deudas. La fuerza de una sola mano llevo a la muerte a Julia, con el
pulgar en sus cuerdas vocales y un apretĆ³n al Ćŗltimo grito, el cuerpo deja la
silueta recostada en la cama, el espejo refleja un mensaje para el Jefe de PolicĆas
Jak, reto a Cueto la mala escritura demuestra la educaciĆ³n de Macario. La escena del
crimen guarda el rencor del humano perdido entre su inferioridad, una limpieza
esmerada, el desprecio de una sucia sociedad, las ganas de fama, la repeticiĆ³n salvaje,
el exhibicionista acomplejado. El asesino Fernando o el asesino Macario. Codicioso
con tanta hambre de reconocimiento lleva la historia a la confesiĆ³n confusa,
entre lĆneas con excompaƱeros encuentra su noticia en papel.
La investigaciĆ³n nos muestra mĆ”s asesinatos de la mano de
Macario, muchas habitaciones con el escandaloso-frĆo-olor-de-una-garganta-ciega,
el tiempo es justo y perverso, un instante o una eternidad, la muerte la igualdad
de un asesino. Las manos limpias de Macario duermen deseosas de asfixia. La mente
defectuosa y estrujada renace con la sociedad mundana.
Percastre
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